Esse letra de Alberto Vaccarezza já foi acessado por 155 pessoas.
Veja também o vídeo da música tocada.
Suena, tango quejumbroso, compadrón y callejero,
como suena en la tristeza mi abatido corazón.
Y si ves a mi querida no le digas que la quiero,
porque ya me da vergüenza de pensar en su traición.
Suena, tango, y si con otra ves que bailo a tu sonido,
no le digas que me oíste tu rezongo acompañar.
Yo no quiero que ella sepa las angustias que he sufrido,
y que desde aquella tarde no hago más que sollozar.
¡Tango!...
Melancólico testigo
y el único amigo
de mi soledad.
¡Tango!...
En las vueltas del destino
quizá en mi camino
la vuelva a encontrar.
Pero entonces, sin rencores ni deseos de venganza,
mi perdón le dará abrigo y el lamento musical
de este tango hecho jirones, de dolor y de esperanza,
será el grito que la acuse de haberme hecho tanto mal.
Suena, tango quejumbroso, compadrón y callejero,
como suena en la tristeza mi abatido corazón.
Y si ves a mi querida, no le digas que la quiero,
porque ya me da vergüenza de pensar en su traición.
Para enviar você precisa efetuar um cadastro gratuito no site. Caso já tenha um cadastro, acesse aqui.
Acesse agora, navegue e crie sua listas de favoritos.
Entrar com facebook Criar uma conta gratuita
Comentários (0) Postar um Comentário